miércoles, 10 de julio de 2019

FRAUDE "EDITORIAL" - GRUPO RODRIGO PORRÚA/BORDERS





Amigas, amigos, amigxs y demás gente que me hace el honor de leer mi blog (los [h]amo). El día de hoy no traigo una reseña, o una recomendación o algo por el estilo. Sino que les traigo algo que a muchos, lectores y escritores, nos ha afectado. Por si no han leído la nota, al final les dejaré el link directo a El Economista, quien dio a conocer lo que muchos, desgraciadamente, ya sabíamos.

Primero que nada quiero contar una pequeña historia: Hace poco más de un año, un chico recibió un mensaje por Whatsapp de un compañero suyo de la escuela. Antes de leerlo se le hizo raro, pues este chico jamás había hablado con su compañero, ni tenía intensiones de hacerlo (pues conocía la mala reputación de este). A la par que recibió el mensaje de su compañero, una amiga suya le mandó otro diciendo: "Espero que no te moleste, le pasé tu número al compañero porque me preguntó si conocía a alguien que escribiera e inmediatamente pensé en ti, no sé de qué trate". Obviamente, este chico cayó ante la tentación y leyó el mensaje de su compañero. A grandes rasgos decía así: "Hola hermano! Soy tu compañero, oye, me comentaron por ahí que te gusta escribir y que no lo haces mal, me gustaría proponerte algo, te parece si nos vemos mañana en Starbucks a las 11?". 

Como era de esperarse, uno nunca puede resistirse a la curiosidad, así que el chico aceptó. Al día siguiente se encontró con su compañero (quien, para sorpresa del chico, no estaba solo, sino que estaba con otras tres compañeras a las cuales el chico nunca tuvo interés en hablarles, más que nada por considerarlas malas compañeras) tal como habían quedado. Este le mostró unas diapositivas que llevaba en su computadora antes de hablar directamente con él. Lo más importante de estas diapositivas, era el siguiente texto:

"De esta manera, retomamos los principios básicos que hicieron grande a una editorial con más de 119 años de tradición familiar, que se ha establecido como la top of mind de las editoriales y librerías en México, abriéndole las puertas a esos talentos desconocidos, con un sueño y la ambición necesaria para perseguirlo."

El chico, intrigado por lo que decía en la presentación, finalmente preguntó de que se trataba eso. Su compañero respondió: "Verás, hermano. Trabajo en una editorial muy importante a nivel nacional, probablemente te suene, Grupo Rodrigo Porrúa. Aquí lo que hacemos es impulsar el talento mexicano, sabemos que es muy difícil para un escritor nuevo publicar algo por primera vez, por eso en Grupo Rodrigo Porrúa les damos la oportunidad a esos escritores. Yo de ahí logré sacar mi libro que, por si no sabías, pronto saldrá a la venta y se convertirá en película, lo escribí aquí con mi querida amiga sentada en frente. Intenté escribir algo con mi ex alguna vez, pero es realmente difícil trabajar con alguien como ella, pero bueno no vamos a hablar de mí, sino de ti hermanito. Dime ¿tienes alguna historia escrita o en mente?"

Siempre había sido el sueño de este chico publicar un libro, pues llevaba en su cabeza una historia por más de ocho años en ese momento. Era una historia demasiado especial para él, porque lo hizo seguir adelante en los momentos más difíciles de su vida cuando, a excepción de su madre, todos lo habían abandonado, lo hacían a un lado y lo odiaban por ser diferente al resto. El chico vio ahí la oportunidad perfecta para hacerles callar y demostrar de lo que estaba hecho. Sin dudarlo, aceptó el trato con su compañero, pues confiaba en que no sería una broma de mal gusto, sino la oportunidad de toda una vida. 

Pasaron los días y el chico le contó a su madre lo que había pasado, y esta, al igual que cualquier madre, no pudo contener la emoción y se soltó en llanto. Nadie hubiera pensado que pronto ese llanto dejaría de ser de alegría para convertirse en algo más deprimente. 
Se celebró la firma del contrato con la editorial. El compañero invitó a una de sus compinches para celebrar dicha firma y contarles con mayor profundidad la historia de la editorial a los padres del chico. Ambos empleados de la editorial hicieron que los padres del chico quedaran fascinados y sumamente orgullosos de su hijo. Ahora venía lo difícil: el chico contaba únicamente con un mes para escribir toda la novela y pasar por los filtros. Pero eso no era todo, una vez pasados los filtros, el chico debía dar la suma total de $105,204ºº (MXN) para que la obra finalmente fuera publicada. Sin duda, una fuerte cantidad para el chico y sus padres, quienes tuvieron que reducir sus gastos al máximo para poder darle a su hijo esta oportunidad.

El tiempo pasó rápido, y el chico escribía con gusto su novela, pues era un sentimiento maravilloso el darle finalmente vida a personas que durante años habían rondado por su mente. Le contó a sus mejores amigos sobre el suceso, consiguió lectores beta, y hasta lloró al escribir las últimas páginas. Todo iba que pintaba de maravilla, hasta que llegó el momento de mandar la obra a su compañero para que este viera si era realmente digna de publicar. 

Finalmente, después de varios días, el chico tuvo una respuesta: Su obra había pasado todos los filtros de calidad y creatividad y estaba lista para llevarse a corrección de estilo para posteriormente llevarla a la imprenta y tener el libro listo al terminar el verano. Para entonces, el chico dejó de preocuparse para simplemente sentirse emocionado ante todo lo acontecido previamente. El chico se sentía completamente agradecido con su compañero por haberle abierto las puertas a semejante oportunidad, que fue la primer persona en comprar su libro vía internet. Sin embargo, algo comenzó a inquietarle un poco.

Para pasar su tiempo libre, al chico le fascinaba hacer recomendaciones de libros, por lo que mediante una serie de videos via Instagram, recomendó su más reciente adquisición. Pero, al momento de grabar, se dio cuenta de algo que, por primera vez, comenzó a inquietarle. Este chico ha gustado de la lectura desde que comenzó a leer, por lo que conocía gran parte de las editoriales más importantes a nivel nacional e internacional. Le causó una pequeña molestia el hecho de que, al decir la editorial del libro en el video, se diera cuenta que era la primera vez que escuchaba sobre esa editorial (como lector), incluso le causó un pequeño conflicto el que el sello fuera tan distinto al de Editorial Porrúa (la conocía bien, pues de ahí consiguió sus primero libros). Sin embargo decidió no darle importancia, pues es un chico bastante supersticioso, así que no quería "salar" su racha de buena suerte. 

Pasó un mes completo hasta que el chico recibió una respuesta por parte de la editorial, claro, ya había realizado el pago (pobre ingenuo). Sin embargo, lo único que recibió fue la portada y contra portada de su libro. Claro, tiempo después supo que debía haber pedido más que solo la portada en tanto tiempo de espera. Sin embargo, en ese momento, no pudo con tal estado de emoción al ver su nombre en una portada.

El tiempo siguió pasando y el chico dejó de recibir respuestas por parte de la editorial. Hasta que llegó el momento en que decidió contactar nuevamente a su amigo para ver que era lo que estaba pasando. Sin embargo, la respuesta de su compañero no hizo más que alterarle los nervios: "Perdón, hermanito. Yo ya no trabajo para Grupo Rodrigo Porrúa, todos los trabajadores nos pasamos a esta nueva editorial que se llama Borders, de seguro la conoces, es una importante editorial internacional que acaba de llegar a México. Pero te paso el número de esta chica, ella sigue trabajando en Porrúa, con ella vas a tener el seguimiento de tu novela. ¡A darle con todo, hermanito, que se vienen cosas chingonas! No se te olvide que la próxima semana es la presentación de mi libro y quiero que estés ahí hermanito".

Torpemente, el chico intentó comunicarse con la chica de quien le habían pasado el contacto, pero tristemente, jamás respondió. Así que le consiguieron otro contacto, el de una chica quien dijo: "Yo no tengo nada que ver con lo que tú estás buscando, a mi no me corresponde esa área, habla con esta otra". El chico pensó que, para ser una editorial, el personal dejaba mucho que desear, así que finalmente se contactó con la otra chica, quien fue la persona más desagradable, mal educada y poco profesional con la que se pudo topar el chico. Sin embargo, le dio una respuesta. Una respuesta que hizo que el chico comenzara a perder la paciencia con la editorial: "Tú libro no se puede mandar a la imprenta porque no completaste el pago, te faltaron $500ºº". 

¿De verdad, posponer todo porque faltaban $500 en una cantidad tan grande como lo eran $100,000? El chico realizó el pago a la brevedad, para responderle a esta chica que ya estaba todo completo, que necesitaba su libro pronto. Pasaron 9 meses y el chico no volvió a recibir una respuesta de la chica después de intentar comunicarse con ella todos los días.

Ya era demasiado tiempo, así que el chico logró conseguir el número de la persona que, tenía la esperanza, le solucionara sus problemas: Rodrigo Porrúa. Desgraciadamente, el hombre no pasó de dos llamadas telefónicas y dejó ignorado por completo el caso. Una vez cumplido el año de que se firmó el contrato, una de las mejores amigas del chico (y de las pocas que lograron que la editorial le publicara su libro sin fraudes ni estafas ni "transas") le hizo llegar unas notas cuyos titulares simplemente lo hicieron gritar: "Usurpan nombre de Porrúa para defraudar a escritores" y "Se busca editor de libros por fraude y engaño".

Inmediatamente, el chico llamó a Rodrigo y a la chica que le exigió los $500, y no fue sino hasta que a uno le llamo ladrón y a otra miserable, que recibió respuesta (antes de que ambos apagaran por completo sus teléfonos). Así que decidió reclamarle a su compañero, el cual se desentendió por completo del caso. De la única que recibió una respuesta "defendiendo su postura" fue de la chica con la que realizó la firma del contrato (la cual se había pasado a Borders de igual manera). Su única respuesta fue: "Borders no tiene nada que ver con Rodrigo Porrúa".

Creo que es más que obvio que al pobre ingenuo al que le robaron su dinero, su tiempo y le jodieron el sueño, fue a mi. Ahora, mi pregunta es, si Borders no tiene nada que ver con Grupo Rodrigo Porrúa ¿como es que todos los que trabajan ahí antes estaban con Rodrigo? y ¿cómo es que el presidente de Borders haya sido el vice presidente de Grupo Rodrigo Porrúa? Y más importante aún ¿por qué colgarse del nombre de una editorial estadounidense que QUEDÓ EN QUIEBRA HACE AÑOS y de la cual, en mi opinión personal como lector, nunca leí una novela bajo ese sello (original)?

Si gustan leer más sobre las dos supuestas editoriales, sus fraudes, engaños, y el cómo sus trabajadores no solo engañan a los demás, sino que se engañan a sí mismos haciéndose creer que están fomentando el talento de escritores cuando lo único que hacen es robarles el dinero, aquí les dejo tres enlaces a las notas publicadas por El Economista. 
Lo único que me queda de consuelo, es que sé que el karma hará su trabajo. 




Les ha hablado Dross, y les deseo, buenas noches.
(Ay ojalá, Dross, te amo, si ves esto soy tu fan asdgñdslgkñl).


22 años - 22 libros